Rotondas en el Limbo – Narón
Satán es fuerte. Satán es poderoso. Pero hasta Satán pierde, a veces. odos los que adoramos al Vajhísimo hemos podido ver, con horror, cómo algunos monumentos vrutalistas, o adifisios que ponían en práctica la pureza aria del racionalismo más extremo acababan siendo víctimas de...