os años 40-50 en EsP-P-Paña son una tormenta satánica perfecta: destrucción y miseria de la posguerra, aluvión de personas del campo a la ciudad, intereses especulativos con el suelo del corrupto régimen franquista y… ¡la aparición del movimiento moderno en arquitectura! Había comenzado la era dorada de los poblados.
Ídolos de SEMS como Oiza o Romany sentaron las bases de su Jrandeza en poblados de absorción como Entrevías o Fuencarral. Aquí nos centraremos en una de las joyas de la corona: el poblado dirigido de Caño Roto. Por «dirigido» se entiende que, para abaratar costes, los propios residentes del poblado tenían que edificar su propia casa a las órdenes del harkitejto de turno, en este caso el ilustre Antonio Vázquez de Castro.
El «díalogo» establecido entre residentes y harkitekto solía ser del tipo «Mecaguen estos putos analfabetos, que no tienen ni idea de leer un plano y, encima, habrá que atender a sus gilipolleces» por una parte y «Antes me empeño vivo y compro unos muebles de verdad antes que las espantajeces que me meten estos modernos y… ¿tienen alergia estos señoritos a las tejas?» por la otra parte.
Eso sí, las obras se completaron a un coste bajísimo, con lo cual la operación de recalificación del suelo se saldó con impresionantes plusvalías para el Jlorioso Movimiento Nacional. ¿Cómo no iba a triunfar el movimiento moderno después de muestras de eficiencia como ésta?
Comparativamente, las colonias para trabajadores que se edificaron durante la República – con sus chaletitos unifamiliares, muchos de los cuales han subido enormemente su cotización hoy en día – no tenían nada que hacer contra los cubículos producidos en serie de Caño Roto.
Por supuesto, algo de capital privado también tenía que apuntarse a la fiesta del poblado: a modo casi de muralla, Caño Roto posee varios edificios en altura que poco tienen que envidiar a sus modelos ingleses. Pero esto sólo era un principio: con el boom económico de los 60 se producirían los disparates especulativos ante los que Caño Roto podría decir, orgullosamente, «Otros vendrán que bueno me harán».
En este soberbio artículo de mi tío político tienen todo lo que necesitan saber sobre este poblado. No dejen de visitarlo para disfrutar de su estandarización corbusieriana tan del agrado de SEMS. Y, por supuesto, para escandalizarse ante cómo muchos vecinos se han vengado de la «pureza de volúmenes» y minimalismo del movimiento moderno al añadir todo tipo de tejaditos, balcones y creativos enfoscados en sus fachadas:
Por supuesto, no olvidamos su carácter de centro neurálgico de la Rumba madrileña. ¡Que no todo va a ser hacer turismo por aquí por aquello de que Caño Roto es, junto con la cercana calle Cullera, uno de los principales centros de venta de farlopa en la capital! ¡Viajen también por la mitomanía hacia grupos como Los Chorbos y su disco ‘El sonido Caño Roto‘! Quién sabe, igual te encuentra con El Monas cantando por la calle. Porque Satán también tiene derecho a darse una alegría rumbera.
Aquí tienen un mapa en el que, como ven, se aprecia la inmensa cercanía de metros como Laguna o Carpetana. ¡No hay excusas para no disfrutar de esta joya de los poblados!
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Los chalecitos de la Republica fueron para clases medias e intelectuales como el Viso, la fuente del berro, colonia marconi, colonia segarra, etc
Otras mas humildes las realizaron cooperativas de trabajadores o empresarios para sus trabajadores.
Hay mucha documentación al respecto y se puede comprobar que la promoción publica era prácticamente inexistente