Le Corbu en Boston, la semilla del profetah.
uando el nazismo de la arquitectura modernista se da la mano con la especulación inmobiliaria, lo primero que hay que hacer es vender que una zona de la ciudad está TAN degradada que es urgente hacerle un “Urban Renewal”. Lo curioso es que, casi siempre, se solían escoger barrios joviales y bulliciosos en los que viviesen judíos, negros o italianos. Acto seguido, se enviaban unos fotógrafos dignos de colaborar con Urdaci o Libertad Digital, para sacar lo más chungo del barrio. Evidentemente, en pleno McCarthysmo nadie iba a quejarse o firmar nada (por aquello de que te encerrarían por comunista si te quejabas porque alguien te destruía tu casa) y, acto seguido, prodecíamos a arrasar a mayor gloria de Satán.
Para entendernos: si Madrid hubiese sido Boston, hoy en día Malasaña sería San Chinarro y el barrio de los Austrias sería un polígono industrial de Alcobendas. Y Florentino Pérez sería todavía más rico. Y mi vida sería un infierno.
Bien, pues a Paco, paseando por Boston, le tocó llegar a la considerada “peor plaza del mundo”. And for good reason. Dicho espacio vacío, con diferentes niveles que te hacen bajar y subir sin sentido – y enyonkarte con sentido – si quieres llegar a algún sitio en línea recta, es tal inmensidad de hormigón que sólo podía estar coronada por un edificio considerado la obra cumbre del brutalismo: el Boston City Hall. Y Paco, fascinado ante Satán, tuvo que facerse foto.
asaron los años y se hacía patente y manifiesto que esa plaza era un desastre integral. Pero, claro, los que tenían que arreglarla no eran gente con sentido común (que arrasarían todo el lugar para comenzar de cero) sino… ¡arquitectos! Y esta es su manera de pensar:
“¡Pues taparla con hormigón!”
Es una respuesta tan predecible que arranca mi aplauso. Y hace que me arranque los ojos y me los meta por el recto para que presencien algo más agradable.
Proceso satánico como mandan los cánones: una fuente, se deja hecho un secarral (al Vajhísimo, mariconadas las justas) y se remata con un pegote de jormigonaco … ¡¡¡SEMS!!!