lguna vez se han preguntado por qué pierden más de tres horas al día en ir a un trabajo en un polígono industrial en casa de Peich y, luego, volver de éste? La respuesta la tienen en experimentos como Brasilia, que lleva al paroxismo la idea de Le Corbusier de separar la vivienda del trabajo y regalarle la ciudad al automóvil.
El caso es que, ante ese tipo de ideas, cualquiera de nosotros que no haya decidido probar la eficacia del último taladro comprado en el todo a 100 haciéndonos una trepanación casera puede sentirse más inteligente que “genios” como los señores Niemeyer y Costa. O, dicho de otra forma..
cualquiera puede juzgar que hay más sabiduría y sentido común en la carpeta de la Yoli que en toda la obra teórica de estos genios. Y eso contando con que el 95% de la carpeta de la Yoli serían transcripciones de letras del Canto del loco.
na vez más, los arquitectos deciden lo compartimentada que está la vida de la gente, olvidándose de que las personas somos seres volubles y NO racionales. ¿O, si no, cómo se explica la cantidad de películas colonoscopia que se traga Paco? ¿O que yo piense, de corazón, que “Sin tetas no hay paraíso” esté bien? ¡La gente no vive para salir de su opresivo edificio y e ir a una mierda de trabajo donde Cristo perdió el bolígrafo! ¡Señores arquitectos, lo que la gente quiere es un poco de caos jovial en la vida! Así, en contra de todo lo que gente como Niemeyer hubiese podido plantear, el caos generará la improbable conclusión de que una persona… Sí, se lo que estáis pensando, QUE FOLLE!!! y nada hay más importante que eso.
Por eso, cuando al fracaso monumental de Brasilia siguió la experiencia “utópica” de Canberra, se cometió un error distinto pero con el mismo poso: CANBERRA NO ERA UNA CIUDAD PENSADA PARA FOLLAR.
En este caso, el arquitecto pensó en desagregar la ciudad en varios núcleos autosuficientes de 20.000 habitantes. Y yo sólo pude decirle:
“Enhorabuena, señor, acaba de inventar usted la aldea. No, mejor aún, acaba de inventar usted Galicia. Sólo que, en vez de coger todo el pack galaico incluyendo el lacón con grelos y María Castro, ha decidido pillar sólo la delirante estadística de alcoholismo y suicidios que tenemos en esta nuestra comunidad”.
n efecto, el diseñador utópico ignoraba que las ciudades surgen como concentración de mucha gente para que haya de todo y, así, se maximicen las opciones de follar. In short: un fan de la nueva generación de Star Trek que decida ir vestido de Ryker por la calle tiene más opciones de follar en según que barrio de Madrid que en la plaza de la iglesia de Lalín. Fact.
¿Qué sucedió? Pues que los grandes negocios fueron pillando los mininúcleos urbanos centrales (para estar más cerca de todo) y se acabó creando una macrociudad chunga como Los Ángeles: esto es, una masa informe de adifisios unidos por autopistas. Unan al pack unos cuantos jits del Brutalismo – que ya están siendo demolidos, obviously – y tendrán una ciudad pletórica de aristas de hormigón que gentilmente cortarán sus venas si así lo desean.