tanley Kubrick nunca hubiera podido imaginar semejante monolito ni en sus más salvajes y espaciales sueños. Además, se le ahogarían los monos en el lago con Strauss sonando de fondo. Un desastre.
Instante y Eternidad, ese era el lema de la Expo 2002 celebrada en Murten, Suiza. El responsable de la disposición de los satanazos construcciones en la pequeña ciudad medieval helvética no fue otro que el único e inigualable Jean Nouvel. Oh, sí, el mismo que plantó el supositorio luminoso en Barcelona.
El lema Instante y Eternidad le queda muy bien. En un instante está construido y después tenemos todo una eternidad para intentar olvidarlo.
El famoso Monolito, situado dentro del lago a unos cientos de metros de la costa, albergaba una pintura mural del siglo XV que representaba la Batalla de Murten. El acceso al monolito se realizaba mediante un ferry lanzadera alimentado por energía solar.
as malas lenguas decían que la obra se integraba de forma ligera y transparente en el lago, como si llevase en ese lugar desde siempre. Oye, de toda la vida. Cada vez que pienso en Suiza me imagino vacas, bancos y monolitos de corten ¿ustedes no? Pues deberían. Se construyó sobre una balsa hueca de hormigón que se sujetaba a la orilla mediante 24 cables de acero. La grúa se llevó pieza a pieza en helicóptero.Una vez terminada la Expo las regulaciones urbanísticas del Cantón no permitieron que se quedase en el lago, lo hicieron desmontar y a día de hoy no queda nada.
Arquitectos: Emch+Berger (Berna)
Año: 2002
Lugar: Murten, Suiza.