atrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Salins-les-Bains es conocido por sus minas de sal, que funcionaron hasta 1962.
La zonas de trabajo están abiertas hoy al público, incluidas las cámaras subterráneas que datan del S.XIII
Llegó a emplear un total de 800 trabajadores en su época de máximo esplendor.
Hoy día, qué mejor manera para honrar la historia que plantarle un añadido de corten al edificio original. Que se note que antiguo y moderno pueden convivir en armonía.
Si hacéis una escapada por la zona fronteriza entre Francia Y Suiza (a llevar los millones a Ginebra y menudencias así) no dudéis en pasar a hacerle unas fotos y admirar sus formas puras y primarias. Se organizan visitas guiadas y hay descuentos en el precio de la entrada para grupos de más de 20 personas ¡A qué estáis esperando! ¡las vacaciones familiares definitivas! Hasta con un poco de suerte la suegra pilla un tétanos, es un win-win en toda la regla.
Se recomienda no vestir ropa clara ni apoyarse en la pared.
Arquitectos: Malcotti Roussey Architectes
Ubicación: Salins-les-Bains, Francia
Arquitecto Asociado: Thierry Gheza
Año: 2009