l otro de los tres PAU “pijos” de Madrid –junto con Las Tablas y Montecarmelo –es el mejor de los tres a la hora de desarrollar la técnica ancestral de “Añadir insulto al dolor”. En efecto, esta oda al “desde pequeñito quería hacer un edificio con el Lego” llamado ‘Adfisio Mirador’ de la señora Blanca Lleó llena de dolor y regocijo el alma. (También pueden llamarlo: «Me apetecí coger el autocad y convertir en alzado lo que tenía que ser planta. Eso sí, como los pobre vecinos que habitan esta espantajez me pillen por banda, me van a inflar a hostias»)
Como también llena de dolor y regocijo la gigantesca rotonda que le han calzado enfrente. ¡Si apenas hay tráfico que canalizar! Un dato: urbanísiticamente, se considera que el peor espacio público del París Central es la desmesurada e inhóspita plaza de La Concordia. Un desperdicio exagerado de asfalto que hipoteca toda la vida de la ciudad en uno de los puntos clave de París. Bien, pues… ¡La glorieta de San Chinarro es más grande! ¡Porque no tendremos ciudad, pero tenemos más cojones y más ganas de adorar a Satán! ¡Y porque esa sordidez de adifisio merece toda esa explanada des desde la que ser aplaudido y jaleado! Feck, que es más grande que la puta Place de l’Etoile, donde el Arco de Triunfo.
Otras joyas arquitectónicas de San Chinarro incluyen en ‘Edificio Celosía’: una especie de reformulación mongólica a la cubo de Rubik de las ‘Streets in the sky’. Por supuesto, con los bajos amurallados.
Sin embargo, San Chinarro tiene, curiosamente, un poco más de vidilla de calle que Las Tablas, a pesar de depender de su megacentro comercial. Feck, de hecho, intentando llegar a San Chinarro por el infierno de la A-1 (esa cosa en la que tienes que barrer la calzada más de lado a lado que Chumáquer en sus tiempos más cerdo) hablan de “Centro Comercial” en los paneles de salida. Señalizar que eso pueda ser un sitio para vivir no debió de pasar por las cabezas de esos señores.